Budapest, un buen sabor de boca
- sobretauladisseny
- 7 jun 2016
- 3 Min. de lectura
A pocos días para el inicio del verano, con las pilas bien cargadas y con ganas de viajar para desconectar y descubrir ciudades que os dejen la boca abierta y de las que no querréis marchar nunca, os presentamos un recorrido por Budapest; una ciudad situada en el corazón de Hungría.

Es difícil explicar en unas pocas líneas, y más con palabras, lo que se siente al estar en esta ciudad. Ella es preciosa, llena de rincones en los que estar más de 5 minutos contemplando sus monumentos o edificios, y haciendo miles y miles de fotografías. Porque està claro que lo que predomina es la arquitectura y concretamente el estilo gótico. Ella es historia, de más de decenas de años que ha creado la ciudad tal cual os la explicamos hoy, uniendo Buda y Pest.

Ella es gastronomía, y sí, en Budapest se come realmente bien, ya que siguen una dieta bastante mediterránea a base de paprika, ingrediente principal en la cocina húngara, que le da un sabor exquisito a los comidas. La sopa es la más conocida y popular, tuvimos el honor de probarla y realmente está deliciosa. Tanto nos gustaron los platos que comimos durante el fin de semana que estuvimos, que no nos pudimos resistir a comprar un libro de recetas húngaras.Pertenece a la Unión Europea, pero aún no está en funcionamiento el euro, sino que se paga con florines. Al principio se hace un poco complicado el tema de los precios porque son algo exagerados, pero cuando lo calculas en euros, ¡es mucho menos!
Se puede pasear tranquilamente disfrutando de cada uno de sus edificios o coger transporte público, aunque es cierto que caminando te acabas conociendo mejor los sitios y puedes llegar a ver cosas que no tenías planificadas.

En Buda nos encontramos con el parlamento de Budapest, és el tercer parlamento más grande del mundo. Al no poderlo comparar con ningún otro, de momento podemos considerarlo el primero; de estilo gótico y con una estructura simétrica, este edificio te deja realmente impresionado. En el interior te sientes como una hormiga, la inmensidad de las paredes y altura hacen que tengas que subir la cabeza y inclinarla hacia detràs hasta perder prácticamente el equilibro.

Es como viajar al pasado y reencarnarse en una época aristócrata donde lo que importaba era el poder, y el que lo tenía lo lucía por todo lo alto. En su interior predomina el mármol y oro, marcando más el poder de la corona húngara.


Caminando entre las callejuelas, al final de una calle peatonal nos encontramos con la iglesia de San Sebastián en medio de una gran plaza. Subimos a la cúpula después de subir unos cuantos escalones, y disfrutamos de una gran vista panorámica de Budapest. Al lado de la plaza hay una heladería artesana, que te ayudará a relajarte comiéndote un buen helado.

Al cruzar el danubio, caminando por el puente de las cadenas, fuimos conscientes de su amplitud, y después de caminar unos minutos llegamos a Pest. Allí cojimos un funicular para subir al Castillo de Buda, donde había unas vistas espectaculares del Danubio y Buda, en definitiva de Budapest.

En los jardines del Castillo habían paraditas con comida y no nos pudimos resistir a probar alguna cosa deliciosa y típica húngara, como es el Kürtöskalács.

A pocos metros se encuentra Bastión de los pescadores, un mirador construido en forma de muralla, también con unas bonitas vistas. Su arquitectura es fascinante, cómo se integra y a la vez destaca de otros edificios que tiene a su alrededor.
Al atardecer es tradición ver la puesta de sol y seguidamente cómo se van iluminando los edificios: el parlamento, el puente de las cadenas, la iglèsia de San Sebastián, etc.



Al final de unas de las principales avenidas de Budapest la Avenida Andrássy, se encuentra la plaza de los héroes, detrás de ella hay todo un parque de atracciones, con un lago inmenso rodeado por un castillo y otros edificios de estilo victoriano.

No sólo atravesamos el Danubio caminando, sinó que recorrimos los 5 principales puentes en barco, una visita agradable en la que entraban varias consumiciones y ofrecían la opción de visitar Isla Margarita, un parque natural en medio del Danubio.
Si estas palabras te han dejado un buen sabor de boca, a qué esperas para incorporar en tu lista de viajes esta magnífica ciudad!
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