Mura: un viaje al pasado

sobretauladisseny
24 may 2016
2 Min. de lectura

En las entrañas de Sant Llorenç de Munt, nos encontramos con Mura, un pueblecito encantador y muy acogedor. Con una ubicación privilegiada en un entorno donde abunda la vegetación, hecho que ha permitido seguir con una tradición basada en los productos de la tierra, para acceder a él hay que superar una carretera entretenida de curvas, ¡pero la espera merece la pena!

Caminar entre sus calles y casas és un viaje al pasado, a la época medieval. Por la arquitectura y materiales de sus casas, envueltas en la naturaleza y que prácticamente forman parte de ella. Raíces que crecen por las paredes de las cuales salen hojas y las adornan, haciendo aún más visible el encanto de este pueblo.

Cada rincón es un misterio, vas caminando y te vas adentrando cada vez más y más por

la magia que se respira en el ambiente. Solamente se escucha el ruido de los pájaros, el viento y alguna hoja que cae del árbol. La luz del sol penetra entre las callejuelas y crea juegos de luz y sombra transmitiendo una luz cálida y fresca a estos días de primavera.

En el pueblo solo hay dos restaurantes. Nosotros decidimos visitar Cal Carter, un establecimiento familiar, con más de 50 años de experiencia, que ofrece unas bonitas vistas a la naturaleza,. Tuvimos el honor de estar a “primera línea de bosque”. La comida era tradicional, elaborada con productos de la zona, de temporada o productos autòctonos de la tierra.Después de comer un primer y segundo plato exquisitos, hicimos el esfuerzo de probar los postres caseros; crema catalana y flan de huevo.

No nos podíamos ir sin entrar en el Celler del pueblo, una tienda de productos elaborados artesanalmente. Y su dueña nos recomendó una mermelada de tomate, que ya hemos probado y está más que exquisita.