El color más especial

sobretauladisseny
29 mar 2016
2 Min. de lectura

¿Qué tendrá Andalucía? ¿Qué tendrá que en cuanto pones un pie en sus tierras sientes esa energía que te envuelve y te hace sentir que no quieres irte nunca más de allí?

¡Pues la verdad, es que hay que volver a la realidad y solo esos andaluces “salaos” se pueden quedar allí! Pero aun asi, nos llevamos un cachito del espíritu andaluz dentro, que queremos compartir con vosotros, para que os entren las ganas locas de iros para allí a descubrir o redescubrir, en este caso, Sevilla ¡y su color especial!

¿Por dónde empezar? Quizás por su arquitectura, lo primero que se ve al pasear por las calles de esta magnífica ciudad. Está claro que el clima y el ambiente que se respira en las calles ayuda, pero la ciudad tiene encanto de por sí. Empezamos por la Plaza España donde no podéis olvidaros de buscar vuestra provincia y haceros una foto en ella, que seguro quedará preciosa por la cantidad de colores que le aportan los mosaicos.

Seguimos con un par de construcciones importantes: la catedral y su Giralda, a la que os recomendamos entrar con uno de los guías que ofrecen sus servicios mientras esperas para entrar; os enteraréis de curiosidades divertidas, ¡y os saltáis la cola! También recomendamos subir a la torre, desde la cual hay unas vistas increíbles de 360º y se sube mediante una rampa larga pero ligerita.

No os perdáis tampoco el Metropol Parasol (¡las setas para los amigos!), una construcción controvertida pero original. ¡Juzgad vosotros mismos!

Ni mucho menos el Alcázar. Si os gusta la arquitectura mudéjar es digno de ver y no dejar de hacer fotos. (Recomendamos guía también.)

Y a partir de aquí, patear y disfrutar de cada rincón, cada edificio y cada parque. No hace falta ni decirlo, pues forma parte del paisaje sevillano, pero fijaros en los preciosos caballos y sus carretas, y en las palmeras altísimas que recuerdan a la película Lo Imposible.

Vamos a lo importante, ¡¡comer, comer y comer!! Si algo tiene de bueno no salir de España en nuestras vacaciones es que ¡SEGURO vamos a comer bien! Hay mil sitios y es difícil recomendar alguno, simplemente escoged el que más os llame la atención o ¡el que encontréis sitio! Los precios son muy similares en todas partes, y muy muy buenos, pues las tapas van a 2-3 euros, y las bebidas no son caras. Podéis encontrar muchísima variedad de platos, en general bastantes fritos, pero si os quedan ganas de más, podéis ir a una freiduría y comprar pescadito frito al peso. ¡Delicioso! Y para desayunar, ¿qué tal unas torrijas?

Ya para terminar, nosotras hemos podido gozar del ambiente de Semana Santa. Si podéis aguantar las ganas hasta el año que viene, lo recomendamos totalmente. ¡La pasión, el ambiente y el aire que se respira estos días le dan a la ciudad un aspecto aún mejor si cabe!