Patatas rellenas

Para este fin de semana, ¿qué tal una receta al estilo rural?, Os proponemos unas patatas rellenas con jamón, queso y huevo; para comer calentitas rodeados de la família. No es una receta complicada pero deberéis tener paciencia para que todo quede en su punto.

Para empezar: ¡Lista de la compra!

3 patatas grandecitas

3 huevos

3 cucharaditas de salsa de tomate

60 gr. de queso rallado

6 lonchas de jamón salado

1 pizca de perejil

1 pizca de orégano

1 pizca de sal

1. El primer paso será poner a cocer patatas unos 15-20 minutos aproximadamente. Las vamos controlando y pinchando con un cuchillo hasta que se noten un poco blanditas pero vigilando que no salte la piel. Si no le acabáis de encontrar el punto y la piel no queda perfecta, ¡no pasa nada, la cocina casera tiene estas cosas! Pero es importante que no queden muy blandas de fuera para poder vaciarlas.

2. Dejamos enfriar las patatas en agua fría y las vaciamos hasta que queden en forma de cuenco. La mejor opción es hacerlo con una cuchara y con paciencia, vigilando que no se rompa la parte exterior, que nos servirà de molde. La patata sobrante que hemos vaciado, que seguirá un poco dura, la cocemos un poco más para que se ablande del todo.

3. Una vez ablandada la parte interior, chafamos los trozos de patata con el tenedor para conseguir un puré. Rellenamos la patata vacía con una capa de salsa de tomate, un poco del puré. El resto podemos ponerlo de acompañamiento. ¡Aquí no se tira nada! Seguimos con el jamón cortado a cachitos, una capa de queso rallado y el huevo. Le echamos sal y volvemos a cubrir con más jamón y queso. Finalmente una pizca de pimienta y perejil al gusto. Las cantidades variarán según el tamaño de la patata, ¡pero rellenarla bién que estará mucho más buena!

4. Ahora toca un ratito de horno para que se haga el huevo y se deshaga el queso. Recomendamos poner las patatas en el horno unos 10 minutos a potencia máxima arriba y abajo, y terminar con un par o tres de minutos con el gratinador a la mínima potencia para conseguir el aspecto dorado. Sobretodo durante el gratinado, id controlando para que no se tuesta demasiado.

5. Finalmente, las sacamos del horno, ¡no os queméis! y para darle el toque final le pondremos un poco de sal de jamón casera. Es tan fácil como poner una loncha de jamón salado en el microondas 1 minuto y medio más o menos, dejar que se enfríe y romperlo con la mano en pequeños trocitos. Al quedar seco se rompe muy fácilmente. Se lo echamos a la patata ¡y al ataque!

Las raciones están propuestas para tres personas (una patata para cada uno), si vais a ser más simplemente id multiplicando las medidas. También podéis meterlas en el horno todas juntas en una bandeja grande, así os cabrán más.

¡¡Qué paséis un genial sábado y animaros a cocinar, que la comida casera sienta muuuy bien!!